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Holomega Longlife

¿Qué es Holomega Longlife?

Es un complemento alimenticio elaborado por Equisalud, que puede ayudar a estimular la nueva generación de mitocondrias y el alargamiento de los telómeros de los cromosomas. Este producto viene presentado en dos formatos, un envase de menor tamaño que contiene 50 cápsulas y un envase de formato ahorro que contiene 180 cápsulas.

Holomega Longlife además, puede favorecer el aumento de la cantidad de células madre de la médula ósea y el tejido linfático y ser un apoyo en su desarrollo hasta convertirse en células inmunitarias activas.

Este producto también está formulado con compuestos que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antifibróticas, neuroprotectoras y cardioprotectoras.

Modo de empleo y cantidad recomendada
Tomar 2 cápsulas al día, o según indicación de un especialista. Tomar durante varios meses seguidos, carece de efectos secundarios. No tomar más de 2 cápsulas al día.

¿Eres profesional de la salud?

Acción:
Compuesto de diversos antioxidantes con acciones concretas para estimular la nueva generación de mitocondrias, el alargamiento de los telómeros de los cromosomas, estimulación de las células madre y beneficios de la restricción calórica. Son los 4 pilares más importantes para alargar la vida.

Explicación:

Té verde (Camellia sinensis)
El té verde contiene polifenoles, entre los que destaca el galato de epigalocatequina, con la capacidad de alargar los telómeros en el ser humano. Un estudio de bastante amplitud (2000 personas mayores de 65 años) en la Universidad de Hong Kong demostró que provocaban un estiramiento de los telómeros (un 46% más) equivalente a 5 años más de vida.

Astrágalo (Astragalus membranaceus)
El astrágalo, planta china utilizada desde milenios, tiene innumerables propiedades, siendo una de las plantas más interesantes de la farmacopea vegetal mundial. Aumenta la cantidad de células madre de la médula ósea y el tejido linfático y favorece su desarrollo hasta convertirse en células inmunitarias activas; reactiva las células inmunitarias en reposo; produce inmunoglobulinas; estimula a los macrófagos; activa las células naturales asesinas (Natural Killer) y los linfocitos T; induce la producción endógena de interferón y potencia sus acciones en las infecciones víricas; aumenta la resistencia a los efectos inmunodepresores de los medicamentos de la quimioterapia y, en último lugar, estimula la producción de interleucina-6 y del factor necrosante de los tumores. Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antifibróticas, neuroprotectoras y cardioprotectoras, ya que inhibe la formación de lípidos oxidados en el miocardio, aumenta la vasodilatación, disminuye la coagulación sanguínea y tiene efectos cardiotónicos y beneficiosos sobre la angina de pecho.
Además, no se han notificado efectos secundarios en todos los estudios que se han hecho con humanos.
Especialmente, derivado de estudios recientes con esta planta y sus extractos, se ha visto que es capaz de actuar sobre la activación de la telomerasa en los queratinocitos, los fibroblastos y las células inmunitarias en cultivo. Se ha comprobado que no solo estira los telómeros, sino que evita el acortamiento de los mismos más allá del umbral crítico en que comienzan los efectos de la senectud.

Verdolaga (Portulaca oleracea)
El extracto de verdolaga, planta muy abundante en algunas huertas con unas propiedades de supervivencia fuera de lo normal, ha sido objeto de un estudio con ratones. Los resultados evidenciaron diversos efectos beneficiosos del extracto de verdolaga sobre los ratones: un mejor aprendizaje y una memorización superior, efectos neuro-protectores, un aumento de los niveles de SOD y especialmente, un aumento en la actividad de la telomerasa y de los telómeros de las células cerebrales, superior en más del 27% en relación con los ratones de control. En este estudio, la administración in vivo de verdolaga mostró una ralentización de entre el 24 y el 57% del acortamiento de los telómeros, tras tan solo dos semanas de aporte complementario.

Ascorbato cálcico (Vitamina C)
Se ha descubierto en los últimos años la posibilidad de reprogramar las células adultas en células madre pluripotenciales. Un equipo de investigadores chinos ha mostrado recientemente que, durante esta reprogramación, se producen cantidades importante de radicales libres, susceptibles de explicar la falta de eficacia de este proceso de reprogramación. También mostraron que añadir la vitamina C mejora la producción de células madre completamente reprogramadas, y constataron que otros antioxidantes no tenían este mismo efecto. La vitamina C parece actuar acelerando los cambios de expresión de genes, lo que favorece una transición más eficaz a un estado totalmente reprogramado.

PQQ (Pirroloquinolina quinona)
Las mitocondrias de la célula representan las auténticas centrales energéticas del organismo humano, aunque algunas energías también pueden provenir por otros mecanismos fisiológicos. Se sabe que con la edad va desapareciendo poco a poco el número de mitocondrias, así como su eficiencia energética. Por tanto, da lugar a un déficit energético que se traduce en variadas enfermedades degenerativas. Se puede decir que longevidad mitocondrial equivale a longevidad vital. El profesor Bruce Ames de la Universidad de Berkeley en California ya demostró que el ácido r-lipoico optimizaba el funcionamiento de las mitocondrias y ralentizaba el proceso de envejecimiento. Luego se ha visto que también son importantes para conseguir esto el resveratrol y la coenzima Q10.
Pero hay un descubrimiento nuevo muy importante que es la PQQ, porque se ha visto que es capaz de activar los genes relacionados con la reproducción, protección y reparación de las mitocondrias. La PQQ está de forma omnipresente en todos los vegetales y en el mundo natural, es un factor de crecimiento de plantas, bacterias y organismos superiores. No es sintetizada por el organismo humano.
Cuando se priva a los animales de PQQ en su alimentación presentan un retraso del crecimiento, una inmunidad deficiente, una alteración de la capacidad de reproducción, una disminución de las mitocondrias en sus tejidos, una reducción de la tasa de concepción, del número de descendientes y de las tasas de supervivencia en los animales jóvenes. La reintroducción de la PQQ en la alimentación invierte estos efectos, restaura la fisiología normal y aumenta simultáneamente el número de mitocondrias así como su eficacia energética. En 2010, en California, se descubrió que no solo servía para reparar las mitocondrias sino que era capaz de crear nuevas mitocondrias.
Las mitocondrias son muy vulnerables a los daños oxidativos. La primera causa de disfunción mitocondrial es el estrés oxidativo. La PQQ tiene una sorprendente estabilidad siendo por tanto un potente antioxidante, muy superior a los antioxidantes clásicos para proteger el ADN mitocondrial. Se habla de entre 30 y 5.000 veces más potente que la mayoría de antioxidantes ordinarios, como la vitamina C. Al transferir una gran cantidad de electrones, neutraliza los principales radicales libres que dificultan el buen funcionamiento de las mitocondrias, sin sufrir una degradación molecular. Además es especialmente eficaz en la neutralización del radical superóxido y del radical hidroxilo. Por eso no sorprende que la PQQ tenga una eficacia óptima en la lucha contra las enfermedades degenerativas ligadas a la edad y los descensos de energía de los dos órganos más importantes del cuerpo: el cerebro y el corazón.
Protege de manera notable a las células del cerebro contra los daños oxidativos tras la aparición de isquemias, inflamaciones y lesiones oxidativas. La PQQ mejora los resultados de las pruebas de memoria e interactúa de forma positiva con los sistemas de neurotransmisores del cerebro. Además, protege contra la neurotoxicidad causada por las toxinas, incluido el mercurio. Según ciertos estudios, la PQQ impide el desarrollo de una proteína (alfa-sinucleína) asociada a la enfermedad de Parkinson y protege igualmente a las células nerviosas de los daños oxidativos de la proteína beta-amiloide asociada a la enfermedad de Alzheimer. Un estudio realizado en 2010 ha desvelado que la PQQ podría impedir la formación de estructura moleculares beta-amiloides.
La PQQ ayuda a las células del músculo cardíaco a resistir al estrés oxidativo. En caso de accidente cerebrovascular o crisis cardíaca en animales, se ha visto que el aporte complementario de la PQQ permite reducir notablemente el tamaño de las zonas dañadas, tanto si el complemento se administra antes o después del acontecimiento.

Ácido R-lipoico
El ácido alfa-lipoico se produce en cantidades muy pequeñas en el organismo. Se encuentra en los alimentos que contienen mitocondrias, como la carne roja. Se le denomina el antioxidante universal porque, a diferencia del resto de antioxidantes, atraviesa las membranas celulares y ejerce su acción antioxidante al mismo tiempo en las partes lipídicas y las partes hídricas del cuerpo, incluido el cerebro. El ácido R-alfa-lipoico es la forma biológicamente activa del ácido alfa-lipoico, sintetizado de forma natural por el organismo. Es el antioxidante mitocondrial clave. Se han observado mejoras de la memoria, cambios positivos en la pérdida auditiva ligada al envejecimiento y una disminución de las lesiones oxidativas.
Además, el ácido alfa-lipoico ayuda a proteger las mitocondrias contra los deterioros estructurales relacionados con el envejecimiento, que son susceptibles de interferir con su funcionamiento óptimo.

Coenzima Q10
La coenzima Q10 tiene una acción vitalizante porque es necesaria para la producción de energía en la célula, favoreciendo la función de los músculos y del corazón.
En trastornos musculares como la distrofia muscular o síndrome de fatiga crónica, puede ayudar. Para ayudar a tolerar mejor el ejercicio físico y aumentar el rendimiento. En las migrañas. Antioxidante y estimulante del sistema inmune. Trastornos cardiacos e hipertensión.
Se ha optado por el uso de esta forma de presentación de la coenzima Q10, por ser altamente biodisponible, al estar en forma orgánica, unida a estructuras moleculares propias de las levaduras, más reconocibles por el organismo humano. La coenzima Q10 es una sustancia parecida a una vitamina que se encuentra presente en todo el cuerpo, pero especialmente en el corazón, hígado, riñones y páncreas. Se come en pequeñas cantidades en carnes y mariscos. La coenzima Q10 es necesaria para algo tan importante como la producción de energía en todas las células a partir de las grasas, especialmente en el corazón. Además, es un potente antioxidante y un estimulador del sistema inmunológico. Mejora el rendimiento físico.
La coenzima Q10 se ha convertido en un suplemento nutricional muy común por diversos motivos, ya que aumenta la vitalidad, la energía y favorece la función de los músculos y del corazón. Las personas con más riesgo de poseer niveles de coenzima Q10 más bajos son aquellas con ciertas enfermedades como insuficiencia cardiaca congestiva, presión arterial alta, enfermedad periodontal, enfermedad de Parkinson, algunas enfermedades musculares y VIH. Y también las personas que toman habitualmente estatinas.
La coenzima Q10 aumenta la utilización de oxígeno por nuestro cuerpo, favoreciendo todo tipo de ejercicio físico aérobico, favorece la pérdida de peso estimulando el metabolismo del cuerpo. Mejora significativamente la función inmune, aumentando la capacidad del sistema inmunológico. Mejora los síntomas en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva y del corazón. También se utiliza para la diabetes, las enfermedades de las encías (ya sea tomada por vía oral o aplicada directamente a las encías), para el tumor de mama, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Parkinson, la distrofia muscular, para aumentar la tolerancia al ejercicio, para el síndrome de fatiga crónica (SFC) y para la enfermedad de Lyme.
Tiene propiedades antienvejecimiento por su actividad antioxidante. Favorece la fertilidad masculina. Potencia la actividad de vitaminas como la vitamina C y E. Ayuda a bajar la presión arterial. Previene los dolores de cabeza de migraña en adultos.
La unión de PQQ y CoQ10 produce un sinergismo en las acciones de ambas sustancias que ha sido estudiado en diversos ensayos.

La restricción calórica
Desde hace años se sabe con seguridad que la restricción calórica sin desnutrición alarga la vida entre un 20% y un 30% en la mayoría de los mamíferos (Roy Walford). También humanos. Es la vía más validada científicamente para alargar la vida. Se vio en ratas que una disminución del 30% de aporte calórico conllevaba un aumento del mismo porcentaje en la longevidad. Además, la restricción calórica protege de las enfermedades vinculadas al envejecimiento. Se ha comprobado que al reducir el consumo de calorías hay una alteración beneficiosa en la expresión de los genes implicados. La RC retrasa la aparición de enfermedades degenerativas, mejora los biomarcadores del envejecimiento, aumenta la sensibilidad a la insulina, protege y conduce a la salud cardíaca y a la buena función cognitiva.
Comer más de lo que el organismo necesita puede llenar la sangre de triglicéridos, azúcar, homocisteína y sustancias proinflamatorias, lo que tiene como resultado la aceleración de los procesos de envejecimiento y el deterioro de múltiples biomarcadores de salud. Hay una familia de genes llamados sirtuinas, los cuales son activados por la RC, lo que implica un aumento de la sensibilidad a la insulina, más lipolisis, disminución de la inflamación, prevención de enfermedades degenerativas y de la carcinogénesis.
La comprensión de los mecanismos en juego durante la restricción calórica permitió aislar sustancias naturales o sintéticas que reproducen los efectos beneficiosos de la restricción calórica. Así pues, un equipo de Harvard, intrigado por los efectos beneficiosos de la restricción calórica, comenzó a investigar otros medios de modular la actividad de las sirtuinas sin recurrir a una reducción del consumo alimentario. Tras un proceso inicial de investigación, los científicos constataron que diversos metabolitos extraídos de plantas actuaban como componentes activadores de sirtuinas. Una de las más importantes es el resveratrol.

Resveratrol
El resveratrol es un estilbeno de la familia de las fitoalexinas, un compuesto polifenólico.
Es un potente antioxidante y antienvejecimiento. Muy abundante en la uva y, por tanto, en el vino tinto. El aporte de resveratrol conlleva sin duda salud cardiovascular, es una potente sustancia combate el desarrollo de las células tumorales en sus diferentes estadios, protector al cerebro del estrés oxidativo y, por tanto, de la mayoría de enfermedades neurodegenerativas. Se sabe que inhibe los eicosanoides (prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos) relacionados directamente con la agregación plaquetaria y la inflamación. También se conoce su implicación en el estímulo de la prostaciclina sintasa, enzima que estimula la producción de prostaciclina, que evita la formación de coágulos. Esta enzima es sensible a la oxidación por los peróxidos.
Compite con la CoQ10 y disminuye la cadena oxidativa compleja III, el sitio de producción de las especies oxigenadas reactivas. Destruye los radicales superóxidos que se forman en las mitocondrias. Inhibe la peroxidación lipídica causada por los productos de la reacción de Fenton durante la producción de energía.
Por último, el resveratrol restablece las tasas satisfactorias de óxido nítrico que posee una importancia capital para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. El NO produce relajación de las arterias, lo que permite el paso del flujo sanguíneo. Además, una alimentación demasiado rica en grasas malas reduce en un tercio las cantidades de óxido nítrico.
El resveratrol es la primera sustancia natural susceptible de detener las diferentes etapas del desarrollo de toda clase de neoplasias, es decir, el inicio, la promoción y la progresión. De hecho el resveratrol actúa sobre el tumor tanto bloqueando los estrógenos y los andrógenos como modulando los genes. Combate pues una gran cantidad de neoplasias malignas, tanto de forma preventiva como curativa. Algunos estudios recientes demuestran que mata las células tumorales, tanto si llevan como si no el gen supresor del tumor.
Otra propiedad del resveratrol es que disminuye los efectos nocivos del ácido linoleico, un ácido graso omega-6 presente en gran cantidad en la alimentación occidental y que favorece el crecimiento de las células tumorales. Este ácido linoleico se transforma en ácido araquidónico que, a su vez se convierte en una especie de hormona (como la prostaglandina E 2 o el leucotrieno B4) estimulando los procesos inflamatorios y, en consecuencia, el crecimiento de las células tumorales.
Está muy bien demostrada la actividad antiinflamatoria del resveratrol a todos los niveles, especialmente resaltable su efecto en trastornos neurológicos. El resveratrol inhibe la liberación de las citocinas inflamatorias y constituye un tratamiento eficaz en los síndromes respiratorios obstructivos.
Como gran antioxidante que es, el resveratrol protege el cerebro de los ataques de los radicales.

Relacionado con patologías muy específicas:

  • La congestión cerebral, que se produce cuando la sangre ya no puede llegar al cerebro y priva a este de oxígeno y nutrientes.
  • La enfermedad de Alzheimer, que se ve favorecida por las lesiones oxidativas sobre las células del cerebro. Ahora bien, según investigadores de la Universidad de Missouri, el resveratrol protege al sistema nervioso central del estrés oxidativo y detiene la oxidación de las partículas de lipoproteínas. Según estos científicos, las lipoproteínas oxidadas podrían causar un estrés oxidativo que iniciaría la muerte de las células neuronales, lo que con el tiempo desembocaría en una inflamación neurológica y quizá incluso en la enfermedad de Alzheimer, donde se descubrió un péptido anormal, denominado beta-amiloide, responsable de un importante estrés oxidativo que provoca la muerte de numerosas neuronas en el cerebro de los pacientes afectados por la enfermedad de Alzheimer, donde forma las conocidas placas amiloides, y se ha visto que el resveratrol es un gran protector de esta formación nociva.

Los laboratorios de investigación Biomol y los investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard demostraron recientemente que el resveratrol activaba un «gen de longevidad» en la levadura, lo que aumenta la duración de la vida de esta en un 80%. El aumento de la longevidad se debía a la imitación de los efectos de la restricción calórica.

La restricción calórica favorece un funcionamiento celular sano mediante múltiples vías fisiológicas que incluyen:

  • El bloqueo de los factores inflamatorios.
  • La optimización del metabolismo de las grasas y los glúcidos.
  • La disminución de la glucemia.
  • El mantenimiento del funcionamiento endotelial.

El resveratrol imita no solo todos estos efectos, sino además:

  • Favorece la sensibilidad a la insulina.
  • Estimula el funcionamiento de las mitocondrias.
  • Protege contra los efectos nocivos de una alimentación demasiado grasa.

Los experimentos complementarios a los hechos en las levaduras, realizados sobre células humanas revelaron que el resveratrol activaba un camino similar que necesitaba una sirtuina humana, la SIRT1. Este garantizó la supervivencia del 30% de las células humanas irradiadas con rayos gamma, en comparación con un 10% para las células sin tratar con resveratrol.
Se ha sabido que el responsable de la activación del famoso gen de longevidad no es tanto el potencial antioxidante del resveratrol, sino su estructura química. Actúa de hecho acelerando el ritmo de la reacción conocida bajo el nombre de «desacetilación». De esta reacción depende la activación de un determinado gen. El resveratrol actuaría pues controlando la desacetilación que, al activar el gen de longevidad, aumenta la duración de la vida de la célula o del organismo. La persona envejece y muere porque las células senescentes pierden su capacidad de replicar a la perfección el ADN en cada nueva célula. A partir de ese momento, el ADN comete cada vez más errores. Pequeños trozos de ADN se vuelven activos y se reproducen, lo que impide que la célula funcione con normalidad. El principal interés antiedad del resveratrol es que al estimular el gen de la longevidad reduce exactamente en un 60% la frecuencia de esta dispersión del ADN en pequeños segmentos.

Gymnema (Gymnema sylvestre)
La gymnema es muy conocida en la medicina popular hindú por sus múltiples aplicaciones médicas: lo utilizan para tratar problemas estomacales, estreñimiento, dispepsia, edemas, oliguria, oftalmitis, anginas, retención de orina, o como estimulante y energizante. También es un tratamiento clásico para el dolor de garganta y los dolores oculares. Sus propiedades hipoglucemiantes ya eran conocidas desde el siglo VI a.C.
El nombre popular “gurma” proviene del hindú y significa “destructor de azúcar” debido a la curiosa propiedad de la planta de suprimir la sensación del sabor dulce. Por otra parte, el término sánscrito “meshasringi” quiere decir “cuerno de cordero”.
Principalmente se usan las hojas de esta planta, que son ricas en diversos principios activos, destacando las saponinas triterpénicas de diferentes composiciones, clasificadas como ácidos gymnémicos. Fitosteroles, alcaloides, diversos ácidos orgánicos, betaína, etc, acompañan a estos principales componentes.
Estudios in vivo han demostrado que, en pacientes con diabetes tipo II, estimula la secreción de insulina de los islotes de Langerhans. Además, produce un aumento del número de células beta de los islotes de Langerhans pancreáticos, obteniéndose un incremento de los niveles de insulina. En experimentos in vitro se ha observado que el efecto estimulante de la gymnema sobre la liberación de insulina se debe más al aumento de permeabilidad de las células beta-pancreáticas que a la estimulación de la exocitosis de insulina. Los ensayos clínicos en pacientes con diabetes tipo II, tratados con hipoglucemiantes orales convencionales, demostraron que el suplemento adicional de extracto de gymnema produjo un descenso significativo de la glucemia y de hemoglobina glicosilada, permitiendo reducir la dosis de antidiabéticos orales.
Los extractos alcohólicos de las hojas de gymnema presentan además una acción hepatoprotectora contra el daño inducido por CCL4.
Los extractos de las hojas disminuyen los triglicéridos, colesterol total, VLDL y LDL en animales de experimentación de manera similar al clofibrato.
En la Medicina Ayurvédica se atribuye a la gymnema (“meshashringi”) una acción astringente, estomáquica, tónica, hipoglucemiante y refrigerante.
Recientemente se ha demostrado la actividad leishmanicida de la saponina gimnemagenol frente a Leishmania major y una significativa actividad antitumoral citotóxica de la misma saponina sobre células HeLa.
Se utiliza en Medicina Ayurveda principalmente para combatir la diabetes y la hiperactividad. También se considera hepatoprotectora. Además, se utiliza en casos de alergias, anemia, colesterol, indigestión y problemas gástricos. Es una planta con moderada propiedad diurética. Es activadora de la circulación central y/o periférica. Por otra parte, ayuda a perder peso al producir disminución del apetito. Todas las partes se utilizan para el tratamiento del reuma y de las hemorroides. En el pasado también era utilizada para tratar las mordeduras de serpientes, resfriados, dolor de estómago, retención de líquidos y enfermedades hepáticas.
Se deduce de las acciones de esta planta que actúa regulando el metabolismo, desintoxicación, acción energética, circulatoria, neuroprotectora, etc. Es decir, un gran abanico de acciones que relacionadas con su acción antioxidante. Su uso en la diabetes y como adelgazante hacen de esta planta una buena imitadora de la restricción calórica y, por tanto, un remedio natural que hay que considerar como un excelente alargador de la vida.

Tulsí o albahaca india (Ocimum tenuiflorum)
La albahaca india no es una planta cualquiera. Está considerada en la India como “la reina de las plantas” o “el incomparable” o “madre medicina de la naturaleza” o también “manifestación de Dios en el reino vegetal”. Su origen está situado en la India central. Tales denominaciones y las muchísimas referencias bibliográficas, así como muchos estudios científicos, sugieren que se trata de una planta fuera de lo normal, con un amplísimo abanico de acciones, que son capaces de mejorar el organismo en general. Hoy se sabe que tiene acciones tan dispares como éstas: antioxidante, adaptógena, antiestrés, hepatoprotectora, tonificante de la circulación, hipolipemiante, antidiabética, antibacteriana, antiviral, antifúngica, antiprotozoaria, antihelmíntica, radioprotectora, desintoxicante, moduladora del sistema inmunológico, ansiolítica, antidepresiva, inotrópica, antiasmática, antiinflamatoria y otras.
Es una planta usada para la recuperación del organismo en general. Para las vías respiratorias y el asma, como antioxidante, ya que estimula el glutatión, la catalasa y la superóxido dismutasa, la primera barrera de defensa antiestrés, evitando los daños oxidativos, con consecuencias a todos los niveles.
Es protectora de nuestro ADN, mejora el aparato digestivo así como las úlceras digestivas, recupera el buen estado de la piel, cura las heridas.
Es una planta que regula el cortisol suprarrenal, con su consiguiente acción correctora del estrés y sus daños.
En enfermedades transmitidas por mosquitos, como la filariasis, malaria o dengue.
Protege frente a Streptococcus mutans, causante de las caries.
En las artritis tiene una acción antiinflamatoria.
En el síndrome metabólico, mejora todos los parámetros: glucosa, lípidos y ácido úrico.
Previene el aumento de peso.
Es útil en las afecciones oculares como el ojo seco o las cataratas.
Es inotrópica, es decir, potencia las facultades mentales y frena el deterioro en Alzheimer y otras enfermedades degenerativas.
Usada también en afecciones nerviosas como la depresión y la ansiedad.
En afecciones genitourinarias.
En las alergias y el asma.
Por tanto, es una planta que equilibra la homeostasis general del organismo, tanto el estrés físico, como el químico, metabólico y psicológico. Aumenta la longevidad y el bienestar, y tonifica el cuerpo, la mente y el espíritu. Esta planta actúa alargando los telómeros o evitando su acortamiento, sobre la restricción calórica beneficiando a todo el metabolismo y, probablemente, tenga una acción a nivel de células madre.

Presentación

Cápsulas

Cantidad

50 cápsulas, 180 cápsulas

Composición

Por cápsula: Té verde extracto seco (Camellia sinensis (L.) Kuntze), 100 mg; astrágalo extracto seco (Astragalus membranaceus Moench.), 100 mg; gimnema extracto seco (Gymnema sylvestre (Retz.) R.Br.), 100 mg; tulsi extracto seco (Ocimum tenuiflorum L.), 100 mg; verdolaga extracto seco (Portulaca oleracea L.), 50 mg; ácido R-lipoico, 50 mg; ascorbato cálcico (82,64% vitamina C), 50 mg; levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae) enriquecida con coenzima Q10 (>7,5% coenzima Q10), 50 mg; resveratrol (Polygonum cuspidatum), 50 mg; sal disódica de pirroloquinolona quinona (PQQ), 10 mg.
*Contiene soja.

Envoltura: polisacárido de origen vegetal (pululano).
*No contiene gluten, ni almidón, ni transgénicos, ni colorantes.
**Apta para vegetarianos, diabéticos y pacientes con dietas restrictivas.

Alto contenido en

vitamina C: La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.

Advertencias

Complemento alimenticio a base de plantas, ácido R-lipoico, vitamina C, coenzima Q10 y PQQ. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta variada y equilibrada. No superar la dosis diaria expresamente recomendada. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. Este complemento alimenticio únicamente debe ser consumido por adultos, con exclusión de las mujeres embarazadas y lactantes. Consulte a su médico o farmacéutico en caso de tratamiento simultáneo para la diabetes. En casos raros, el ácido lipoico puede causar hipoglucemia. No utilizar de forma prolongada sin el consejo de un especialista.

Conservación

Conservar el envase bien cerrado, en lugar seco y fresco.

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