Acción:
Desintoxica y protege frente a contaminantes tóxicos y los efectos de la radiación. Estimula el sistema inmunológico. Acelera el proceso de curación de heridas, lesiones y úlceras. Normaliza los procesos digestivos y la función intestinal. Estimula el crecimiento y retarda el proceso de envejecimiento.
Explicación:
La chlorella contiene gran cantidad de nutrientes esenciales para la vida, especialmente proteínas, vitaminas y minerales. Además, es el alimento vegetal conocido con mayor contenido de clorofila (4% de la materia seca). Con casi un 60% de proteínas de alta calidad biológica, posee proporcionalmente más proteína que la soja, el atún o la carne de vacuno, y contiene 20 aminoácidos (incluidos todos los 8 aminoácidos esenciales).
Entre las vitaminas destaca por su alto contenido en vitamina C, beta-caroteno (provitamina A), vitaminas B1, B2, B6, B12, niacina, ácido pantoténico, ácido fólico, biotina, colina, inositol, ácido para-aminobenzoico y vitaminas E y K. En cuanto a los minerales, contiene fósforo, potasio, magnesio, azufre, hierro, calcio, manganeso, cobre, zinc, yodo y cobalto, siendo su alto contenido en hierro y zinc de gran importancia nutricional para las personas vegetarianas. Más de un 80% de los ácidos grasos que sintetiza son de tipo insaturado, siendo el ácido alfa-linoleico el principal. Por último, hay que añadir un fitonutriente que la hace única y que sólo se encuentra en la Chlorella vulgaris denominado factor de crecimiento de la chlorella CGF (Chlorella Growth Factor), un complejo de ácidos nucleicos, aminoácidos y enzimas que acelera el crecimiento de las propias células del alga y al que se considera un elemento imprescindible para que la planta se mantenga viva y sana.
Una de las propiedades más destacadas y reconocidas de la chlorella es la de depurar y desintoxicar el organismo de metales pesados como cadmio, uranio, mercurio o plomo, pesticidas, herbicidas, toxinas, etc.
Este extraordinario efecto se atribuye, por un lado, a la clorofila que contiene y, por otro, a la singular estructura de su membrana celular con tres capas, formada principalmente por celulosa y quitina, y cuya capa más externa es capaz de absorber estas sustancias tóxicas para después eliminarlas del organismo a través de las heces.
La chlorella estimula el sistema inmunológico y protege frente a infecciones bacterianas o virales. Parece que su acción se debe a la activación de las células del sistema inmune como macrófagos, leucocitos y granulocitos y de mediadores liberados por las células del sistema. Además, protege de los dañinos radicales libres.
El factor de crecimiento de la chlorella, probablemente gracias a su contenido en ácido nucleico, estimula un crecimiento más rápido y saludable en niños y parece ser que el mismo proceso atenúa los efectos del envejecimiento. Estimula la reparación de tejidos en los adultos, ayuda a cicatrizar las heridas cutáneas, a regenerar las células de la piel y a recobrar energía.
La chlorella mejora la función intestinal y promueve el peristaltismo intestinal normal, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento. Por otra parte, estimula el crecimiento de bacterias aeróbicas beneficiosas para la salud, a la vez que las membranas celulares se ocupan de la adsorción de sustancias tóxicas en el intestino.